sábado, 26 de febrero de 2011

Amores Marcianos - Esto de la distancia y las especies complica las cosas -

Realmente creo que no lo había notado antes, como esas cosas a las que ya estas acostumbrado. Ceci me lo hizo notar un poco indirectamente y otro poco muy directamente, que tenia yo, digo, esta no se si llamarla mala o mas bien rara costumbre de enamorarme de chicas marcianos.

Y claro, verán, me siento algo atraído por el verde, las bocas de sonrisas incansables y pasionalmente verborragicas, también del glamour rebelde del ron con coca sin limón y esa obstinada sensación de inseguridad precoz careciente de fundamento que se contradice con una omnipotente actitud de llevarse el mundo por delante.

Ni hablar de esa sensualidad desprolija de miradas y tabaco negro.

Es importante aclarar, no puedo acercarme mucho a las marcianos, sin traje espacial su radioactiva necesidad de deseo quemaría mi piel al instante, creando una parábola de tiempo y espacio que destruiría el universo, o tal vez no… pero todavía no me anime a comprobarlo.

Por lo que solo procuro llamar su atención con involucionadas palabras a las que adorno con luces, colores y fantasías para ofrecérselas como ofrendas a seres de otro planeta.

Esta costumbre u obsesión no es nada fácil de llevar para mi.

El solo hecho de su presencia me hace arruinar costosos teclados con baba, Por ejemplo.

O el, totalmente soportable, dolor de cabeza que me causa el no pestañar si las tengo ante mi. Y es que no quiero perderme ni una micro milésima de segundo de su imagen, solo por que me alucina la idea de que puedan ver el mundo desde la estratosfera y la forma en que hacen planes para destruirlo pero nunca los llevan a cabo.

Pero además de todo esto, que no es poco, debo tener cuidado; por que cuando los marcianos se ponen tristes se les da por comerse humanos para sentirse mejor, y claro esta que no quiero ser parte del menú de una marciano rencorosa. Pese a esto contienen algo de vital valor para mi, esta sustancia, la esencia que me inspira, me ilumina y me enciende, a la cual soy adicto voluntariamente.

Las marcianos sin embargo tienen una rara debilidad, persiguen imposibles.

Lamentablemente para ellas, su condición de seres magníficos no los salva de esta obstinada endeblez,

y es ahí donde les saco ventaja...

1 comentario:

  1. Indirectamente, te dije que eran marcianas ;)
    Aplauso para vos, de pie.

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