viernes, 23 de enero de 2015

Jardinería intrinseca y botánica aplicada a encuentros metafóricos volumen 1

La culpa es tuya.
Si tu ternura fuese falsa,
Si no me hubiese imaginado tu mirada tan abusivamente hipnotizante,
O tu sonrisa tan explosión y flores de cerezo...
Nada de esto hubiera pasado:

Yo quería avisarte,
recordarte que era hoy, que tu luna en venus y mi luna en Júpiter se alineaban por única vez.
Yo quería confirmarte fehacientemente, indiscutiblemente, certificadamente qué: era hoy.
Pero parece que el mensaje no te llego, 
Se distrajo en la fantasía de tu ombligo, en la expectativa de tu boca.
A cualquiera le pasaría lo mismo, claramente no es culpa del mensaje.
La culpa es toda tuya.

Yo quería verte
Necesitaba Materializarte, Carnificarte y huesoficarte
Desvelar el misterio de tu voz inrrevelada,
Así que allí estuve, bien peinado y perfumadito.
Pero cual ninja invisible me dejaste haciendo fotosíntesis.

En esa esquinita al sol, me quede esperando plantificado...
hasta que un perro me meo confiado y me anidaron dos jilgueros...

todo culpa tuya.