jueves, 25 de febrero de 2016

Teoría absolutamente indiscutible del SER Zombie (ab...so...lu...ta...mente indiscutible)

Tres suspiros por hora… Ok, me estoy alarmando. Entiendo que es lo esperable y que tenga que ver con que ella se va.

Pero…¿ y si no?
Y si en realidad esa encrucijada en el estomago es porque en verdad mis tripas se están retorciendo como un síntoma de una metamorfosis mayor?
Los tres suspiros por hora, la metamorfosis visceral y esta insoportable sensación de que el aire es plomo bien podrían ser síntomas de un mal augurio, un fatídico porvenir, todo causa de una importante degradación corporal, como una enfermedad mortal que te come desde adentro…

De todos modos, exageración fatídica a parte, quiero dejar en claro que es más que obvio que este sentir es porque ella se va.

Pero…¿ y si no? 
El balbuceo monotemático, la dislexia pronunciada, la incapacidad de prestar atención o retener conversaciones, la ira irracional o el llanto inoportuno. Bien podría ser señal de que algo muy malo me va a pasar…

No está demás aclarar una vez más que soy muy consciente que todo sea un inevitable engaño de la mente, es claro que esto que padezco es porque ella se va.

Pero…¿ y si no?  
Si todo esto, sumado al palpitar errante, la incomodidad al tragar ¡La certeza de la muerte! (lejos de exagerar) Es la evidencia absoluta de una transformación a ZOMBIE…

Pero todos bien sabemos y asi debemos aceptar, que es porque ella se va…

De otro modo tendríamos que aceptar que esos seres decrépitos sin razón que vagan en busca carne humana son solo victimas del mal de amores, por lo que nuestro mundo cinéfilo colapsaría al entender que nuestros héroes mata zombies son en realidad unos terribles hijos de puta desalmados sin corazón ni romanticismo. Quizás los podridos transeúntes se te vienen encima por un abrazo, para que los apapaches. Y nosotros lo reventamos a mazazos en la cabeza como si quisiéramos hacerlos albóndiga, o escopeta recortada en mano, aplicamos un headshot a corta distancia impregnando la pared a lo Jackson Pollock con cesos zombies justificando la escena porque la sangre vende.

Quizás si abrazáramos a los zombies se volverían humanos…

Suspiro una vez mas y me digo a mi mismo que aguante, que la tristeza va a pasar y que mucho peor la pasan los zombies. 

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