lunes, 26 de marzo de 2012

Breve resumen de como la Psicología me ayudo a enfrentar mi destino, (Basada en Hechos reales)


Bueno Licenciada, usted se preguntara por que estoy acá, estoy acá por que varios de mis amigos hacen esto cuando están confundidos o no encuentran respuesta, y yo me siento bastante confundido.
Bueno, voy a empezar por el principio…
Me ha surgido una grave confusión, al parecer la percepción que tengo del mundo es errada.  No lo había notado antes tal vez por que no fue que me di cuenta de repente si no que fueron sucediendo una serie de acontecimiento que al día de hoy me plantan esta duda.
En los últimos meses, tuve que ir al medico por distintas razones, como un desgarro en un bíceps, fractura del quinto metarcapiano derecho, raspaduras profundas y otras cosillas, producto de practicar el aire control, entonces me llamo la atención que todos los médicos coincidieran en lo mismo, “No, las heridas no se curan con agua sanadora”. Creí entonces que la educación de la medicina era limitada y exigua. No obstante mientras algunos se alardeaban de su capacidad de leer a las personas y asignarles signos del Zodiaco o Animales del Horóscopo chino por la fecha en la que habían nacido, yo exponía mi intricada y fundamentada tesis sobre la soberanía elemental de las personas según las cualidades y características de su carácter, deduciendo a que pueblo de las 4 Naciones elementales pertenecían. Pero esto ultimo no es lo que me llevaba a la duda, ya que mis amigos apoyaron estas teorías luego de ver la serie completa del Avatar, lo cual nos dio lugar a innumerables charlas sobre el elemento al que pertenecíamos cada uno según el personaje que nos identificara. Pero a pesar de esto sucedían situaciones que me hacían vacilar de mi teoría, se sumo también la molestia de que me tildaran de inmaduro cuando en una discusión sobre teología afirme que la única fuerza suprema es el Avatar y que Aang es su profeta.

Comencé a sentir como mi confusión proliferaba rápidamente, pero la respuesta que buscaba estuvo frente a mis ojos todo el tiempo, paciente a ser encontrada, la repuesta a todas las preguntas… El Kung Fu.
Recuerdo el primer día que conocí a mis hermanos del Clan Taika Chisu, ellos entendieron mi pasión por el kung fu inmediatamente cuando en un momento de silencio rompí el hielo preguntando si alguien conocía La leyenda de Aang en una discusión sobre filosofía oriental en la que nadie me había invitado a participar. Respetaron mi pasión y el enorme esfuerzo por aprender las legendarias técnicas de arte marcial, pero me rogaron que jamás preguntara al Sifu por las técnicas secretas del metal control, la creación de un rayo-relámpago o la capacidad de ver a través de las vibraciones de la tierra, ni mucho menos preguntara por la oscura técnica de la sangre control, yo entendí perfectamente que estas técnicas era para maestros avanzados y que debía ganarme su secreto.
Pero el día que intente hacer fuego control con un encendedor y una lata de desodorante axe, le queme los bigotes a momo, mi gato-zorro, y me sentí muy mal y jure nunca mas hacer fuego control.

-Tal vez todavía no has decidido si eres el Avatar o el principe de la nacion del fuego. Debes hacerte esta dos grandes preguntas… Quien Eres? Y que es lo que tu Quieres?
-Yo quiero que usted conozca la esta historia para que entienda quien soy! Aca traje la historia completa para que pueda verla…
-a ver…
-abra esa carpeta, la que dice libro 1, agua… bien ahora el primer capitulo: “El niño en el iceberg”… los demas se van reproduciendo automáticamente…
-Bien, ahí empieza, silencio por favor así le presto atención.

...

-Wow!, Definitivamente soy de la tribu Agua,  Katara es el personaje que mas me inspira, te agradezco enormemente que me hallas mostrado esto, la vida tiene un nuevo sentido para mi, pero lamentablemente, a partir de esto ya no puedo ejercer como profesional… Creo que deberíamos consultar con mi marido, el es siquiatra.
-Usted dice que le contemos la historia de Aang a el?
-Exacto! El va a poder decirnos si eres el avatar o no.
-Bien, ya es hora de enfrentar mi destino.

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