A veces, Cuando me ataca el aburrimiento, me quedo mirándome pensando que tendré adentro.
Y con la intención de desarmarme busco un destornillador, y de no encontrarlo, utilizo un tramontina que siempre fue un buen reemplazo para estos eventos.
Y con la intención de desarmarme busco un destornillador, y de no encontrarlo, utilizo un tramontina que siempre fue un buen reemplazo para estos eventos.
Entonces desajusto los tornillos, me saco la tapa y veo… no tengo idea de para que sirve todo esto, ( lo que hay acá adentro), curioso observo.
Saco esta pieza, la cambio por aquella, desconecto acá, enchufo esto, giro eso y saco aquello… remplazo el escotidial derecho por el occipital izquierdo y fascinado experimento,
Saco esta pieza, la cambio por aquella, desconecto acá, enchufo esto, giro eso y saco aquello… remplazo el escotidial derecho por el occipital izquierdo y fascinado experimento,
… y a ver…
trato de mover un brazo y muevo el pie inverso, fantástico! Me asombro.
Luego ya pasado el entusiasmo tengo que rearmarme de nuevo, y con la misma ganas que un nene junta u ordena sus juguetes después de jugar, me armo de nuevo…impaciente y lento.
Como siempre, las piezas que sobran las guardo en el cajón de la cocina junto a los cubiertos.
pero!... y has pensado que un día de éstos podeés necesitar rearmación completa?
ResponderEliminarle ponés alguna etiqueta, al menos?
qué buenísimo está este post!
madre
Esta clarisimo, que las etiquetas, no sirven de nada...
ResponderEliminarSencillamente fantastico,sin rebusques,dinamico y muy intuitivo,me encanto...abrazo!
ResponderEliminarjaajajaajja genial!!!
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