Para poder navegar por Internet de forma mas segura, unos flacos inventaron un par de pares de códigos elevados a la octava potencia hexadecimal dividida por la raíz quintuple de 27 logaritmos desconocidos a las que llamaron protocolos TCP/IP, cada tanto se aburrían e inventaban uno nuevo como el http o el FTP o el SMTP y así una banda de códigos indescifrables. Pienso entonces que por ahí uno de los logaritmos se pasó de copas anoche y hoy anda errante entre T´s y P´s. Tal vez sea eso por lo que yo escribo una cosa y vos recibís otra, y hoy no logramos descifrarnos.
A veces pasa.
Cara a cara tal vez puedas explicarme mejor.
O tal vez el deseo que te tengo no me deje prestarte atención y sea lo mismo.
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